Un joven ha denunciado que sufrió una agresión homófoba el pasado domingo en el Metro de Madrid por parte de un pasajero. Nadie del vagón ayudó a la víctima y tuvo que acudir al personal de seguridad para recibir atención médica.
Agresión homófoba en el Metro de Madrid
Un chico gay, A.S., de 23 años, se encontraba sentado en un vagón en la línea 5 del suburbano, en dirección a la Casa de Campo, cuando otro usuario pasajero se le puso enfrente y se le quedó mirando. Tras gritarle "maricón" e "hijo de puta" le propinó un fuerte puñetazo en la cara, que provocó la fractura de sus gafas y causó varios cortes en su pómulo y mejilla.
Después del primer impacto le dio otro puñetazo en la cara, aunque la víctima consiguió poner el brazo amortiguando el segundo ataque. Tras estos dos puñetazos la víctima pidió auxilio y nadie del vagón se ofreció a ayudarle, según la asociación Arcópoli.
El agresor bajó en la siguiente estación. La víctima se apeó en Aluche y allí se acercó a unos vigilantes de seguridad de Metro quienes rápidamente llamaron a los servicios de emergencia, que atendieron a la víctima.
La víctima interpuso una denuncia y acudió más tarde al hospital de Alcorcón donde tuvieron que darle varios puntos de sutura en el pómulo.
El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia denunciará esta agresión como delito de odio ante la Fiscalía especializada de Madrid. "La LGTBfobia sigue presente en Madrid. Que seamos gais sigue molestando a una parte de la sociedad hasta el extremo de golpearnos por el mero hecho de creer que lo somos. Por eso la educación en el respeto es fundamental para erradicar estos comportamientos", afirma Rubén López, director del Observatorio.
Agresión homófoba en un descampado
El Observatorio ha registrado en lo que llevamos de 2021 23 incidentes de odio por LGTBIfobia. Otra agresión denunciada tuvo lugar la tarde del 24 de febrero en el madrileño barrio de Peñagrande. Un amigo y un conocido de la víctima, Luis Martínez, le invitaron a un bar de la zona y luego le convencieron para que bajara a un descampado.
Allí ambos le empezaron a golpear con una porra extensible y le dieron patadas y puñetazos por todo el cuerpo, incluso le hicieron una brecha en la cabeza en la que le tuvieron que dar cinco puntos de sutura. Todo entre gritos de "maricón de mierda" y "un maricón menos".
Martínez señaló en una entrevista en Telemadrid que sus agresores intentaron ir al coche a por cinta americana porque su intención era "atarle y meterle en el vehículo para llevarle a otro sitio", pero consiguió zafarse arrastrándose como pudo y llamando a varios vecinos.