Un motorista muy temerario fue pillado este domingo 4 de mayo circulando por la carretera C-62 a más de 200 kilómetros por hora, cuando la velocidad máxima permitida en esta vía es de solo 90. El hombre que conducía el vehículo, de 51 años, pasó de largo de un control rutinario de tráfico que los Mossos d'Esquadra habían habilitado en el punto kilométrico 3,2, a la altura del término municipal de Oristà, en la comarca del Lluçanès (Barcelona), alrededor de las tres del mediodía. El motorista iba a una velocidad tan elevada que los agentes de la policía catalana no consiguieron pararlo y les dejó atrás sin muchas dificultades. Desgraciadamente para él, pero afortunadamente para los policías, el radar pudo hacer una fotografía que captó claramente el número de la matrícula, gracias a la que pudieron localizarlo en su domicilio.

Los agentes lo encuentran en su casa y lo denuncian

Con los datos de la matrícula los Mossos d'Esquadra del Área Regional de Tráfico de la Región Policial Central pudieron hacer las gestiones necesarias para poder averiguar la dirección exacta de la persona titular de la moto. El conductor iba demasiado rápido para poder atraparlo, pero las patrullas se dirigieron hacia su domicilio. Irónicamente, los Mossos llegaron a su casa antes que él, y lo esperaban en la puerta para poder identificarlo e interponer la denuncia pertinente.

Pocos minutos después de llegar los policías también lo hizo el hombre, que había circulado por la mencionada carretera a una velocidad de 203 kilómetros por hora, poniendo en riesgo su vida y la del resto de conductores de la vía. Por estos hechos, los agentes lo denunciaron penalmente, acusado de un delito contra la seguridad vial para conducir un vehículo de motor con una velocidad penalmente punible.