Los Mossos d'Esquadra han detenido este viernes en Martorell (Baix Llobregat) a un segundo sospechoso por el crimen del hombre encontrado muerto en el maletero de su coche aparcado en Roses (calle Bernat Metge, Alto Empordà) lunes por la noche. Según fuentes próximas a la investigación, el segundo arrestado también convivía con la víctima en la casa de la zona del Mas Forestal de la misma localidad. En el momento de la detención estaba escondido en casa de un familiar, se ha resistido y ha intentado huir de la policía. El caso está bajo secreto de sumario.

Arrestados por el asesinato de Roses

Fue un hermano de la víctima quien encontró el cuerpo y alertó a la policía. El cadáver presentaba signos de violencia. Según pudo saber ElCaso.cat, el cuerpo llevaba una bolsa de basura en la cabeza y estaba tapado con mantas. Se trata de un hombre extranjero del norte de África. El coche hacía 3 días que estaba estacionado allí y no estaba cerrado con llave.

Crimen Roses / ACN

Crimen Roses / ACN

Durante la madrugada del martes, los Mossos d'Esquadra detuvieron a un hombre que vivía con la víctima como principal sospechoso, que está previsto que pase a disposición del Juzgado de instrucción 5 de Figueres por la tarde.

Este viernes la policía ha realizado una nueva detención. El sospechoso se había escondido en casa de un familiar en Martorell. El arrestado convivía también con la víctima y con el hombre que los Mossos ya detuvieron el martes en la casa del Mas Forestal de Roses.

Antecedentes homicidas del nuevo arrestado

Según fuentes próximas a la investigación, el nuevo arrestado tiene antecedentes y ya había sido condenado por matar a un joven a Empuriabrava el año 2003. Después del juicio, que se hizo con jurado popular el año 2005, la Audiencia de Girona le impuso 17 años de prisión por asesinato.

La sentencia recogía que la madrugada del 17 de agosto del año 2003, el ahora detenido estaba en compañía de la víctima, el joven francés, en el paseo marítimo de Empuriabrava. Los dos chicos estaban dentro del coche de la víctima, un BMW negro descapotable, que el arrestado estaba interesado en comprar.

Allí, el procesado propinó "de manera sorpresiva" varias cuchilladas en el tórax y en el abdomen del joven francés con la intención de matarlo. La sentencia también indicaba que la víctima tenía disminuida la capacidad de reacción porque había bebido alcohol y tomaba ansiolíticos. La Audiencia concluyó que, aunque los dos jóvenes hubieran discutido por el precio del coche antes del ataque, este se produjo de manera "imprevisible" y la víctima no tuvo ningún tipo de oportunidad de defensa.

Después de esta primera secuencia de cuchilladas, y cuando la víctima se encontraba agonizante, con el cinturón de seguridad puesto, el agresor salió del coche y le hundió nueve veces más el cuchillo en el cuello.