El jurado popular ha declarado culpable de asesinato a Rolando Dionicio Bolívar, que mató a su mujer a cuchilladas en Blanes (Selva) delante de los hijos menores de edad el 9 de abril del 2018. También por unanimidad le han apreciado las agravantes de parentesco y de género con los nueve votos favorables. El tribunal popular ha descartado que durante los hechos el acusado estuviese obcecado, desestimando así la atenuante que proponía la defensa.

El veredicto también concluye que el acusado es culpable de dos delitos de lesiones psíquicas con el agravante de parentesco por el trauma causado a los hijos, que presenciaron el crimen. El fiscal mantiene la petición de 34 años de prisión y las tres acusaciones piden 35 años. El juicio ha quedado visto para sentencia.

Juicio por el asesinato de Blanes

El fiscal y las tres acusaciones, en la primera vista judicial, pidieron al jurado que tuviera en cuenta que fue un ataque "brutal" y "cruel" y que la víctima no tuvo ninguna opción de defenderse porque la agredió mientras dormía. La defensa no niega la autoría del crimen pero apuntó que el acusado estaba obcecado porque no asumía que la víctima quisiera divorciarse.

Detenido / GatoDesing

Detenido / GatoDesing

En aquella primera jornada judicial de hace unos días, la familia de la víctima se mostró visiblemente compungida y la hermana de la mujer increpó al procesado al grito de "Asesino, mataste a mi hermana, asesino".

23 cuchilladas delante de sus hijos

"Aprovechando la oscuridad de la noche y que la víctima dormía en la cama conyugal, fue a la cocina y cogió un cuchillo de grandes dimensiones, volvió al dormitorio y se lo clavó reiteradamente a su mujer, causándole hasta 23 heridas", apuntó al fiscal. La mujer no tuvo ninguna posibilidad de defenderse y sólo pudo pedir ayuda agónicamente".

Los hijos menores de edad de la pareja (que entonces tenían 10 y 17 años) se despertaron por los gritos de la madre pero no pudieron hacer nada para salvarle la vida.

Crimen machista en mayúsculas

Las acusaciones sostenían que se trató de un "crimen machista en mayúsculas". En este sentido, el fiscal argumentó que el acusado mató a la mujer "para demostrar su dominación" y porque no aceptaba que se quisiera divorciar. "O era suya o no era de nadie", añadió el fiscal Enrique Bartra.

Bartra también apunta que el procesado causó un trauma en los hijos: "La madre murió en los brazos de uno de ellos y el otro tuvo que intervenir porque el padre se estaba autolesionando". Unas secuelas psíquicas, apuntan las acusaciones, que continúan hoy día, sobre todo en el hijo más pequeño que está bajo tutela de la Generalitat y tiene que seguir un tratamiento psicológico y psiquiátrico intensivo para "intentar reparar en la medida de las posibilidades esta vivencia tan traumática.

El acusado no ha pedido perdón a la familia

El fiscal y las acusaciones también han lamentado que, hasta ahora, el acusado ni siquiera ha pedido perdón a la familia. El abogado de la defensa, Pere López de Coca, explicó al jurado que el procesado no negaría la autoría de los hechos pero sí que negaría las circunstancias agravantes que apuntaban las acusaciones. La defensa alegó que el acusado estaba obcecado: "Demostraremos que no fue capaz de asimilar la situación de quedarse sin familia por culpa del divorcio, no veía la manera de solucionar el problema", auguró.

Estos argumentos no han convencido al jurado, que finalmente ha declarado a Rolando Dionicio Bolívar culpable de asesinato y el juicio queda visto por sentencia.