Hace más de 48 horas que un hombre armado con una pistola abrió fuego contra uno de los clientes de la terraza de la pizzería El Templo de la Pizza, de la avenida de Gaudí, en Barcelona. Escondido por la capucha de una sudadera de color negro, disparó al pecho de uno de los hombres que estaba sentado, con unos clientes, cenando al fresco en esta calle, que une el hospital de Sant Pau y la basílica de Antoni Gaudí.

Según fuentes de los Mossos d'Esquadra, los agentes del Área de Investigación Criminal (AIC) de Barcelona todavía no han podido interrogar a la víctima, que sigue grave en la UCI del Sant Pau, recuperándose del tiro en el pecho que recibió, que le provocó un neumotórax, tal como avanzó la noche del sábado ElCaso.com.

Los Mossos en un callejón sin salida

Sin su testimonio, los agentes se encuentran ahora mismo en un callejón sin salida. Las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, el único tiro que disparó el pistolero y el testimonio de los amigos de la víctima, todos de nacionalidad albanesa, no han ayudado en nada a los investigadores. De momento, no lo han podido identificar ni tampoco detener.

Tiroteo Barcelona - Sagrada Familia

Imagen de la zona del tiroteo, acordonado por los Mossos d'Esquadra, a la avenida de Gaudí de Barcelona / Albert Cortés

Los Mossos no descartan que el pistolero sea un asesino a sueldo que quisiera acabar con la vida del hombre que estaba cenando en esta terraza de la avenida de Gaudí, según han explicado fuentes de los Mossos d'Esquadra a El País. Según el rotativo de Prisa, la del sicario es la principal hipótesis con la cual trabaja la División de Investigación Criminal (DIC) de Toni Rodríguez, que es quien lleva las indagaciones de este caso que ha generado mucha alarma social en torno a la Sagrada Familia y de toda Barcelona.

Los Mossos intentan saber cuál era el objetivo real del pistolero de la Sagrada Familia. ¿Erró en su propósito o no quería matar al hombre albanés que se estaba comiendo una pizza?

Como es que no remató al hombre: las dudas de los Mossos

¿Cómo es que no disparó una segunda vez para acabar el trabajo? Estas y otras preguntas son las que se hacen los agentes de investigación para intentar encauzar el caso. Quizás sólo lo quería asustar y era la persona con quien tenía el enfrentamiento el herido, disparando sólo a modo de aviso, y no un sicario.

Ahora mismo los testigos presenciales del tiroteo, los compañeros de mesa de la víctima, no se han mostrado muy colaboradores con la policía, como también recoge El País. Cuándo los agentes puedan hablar con la víctima -que no tiene antecedentes-, si colabora, se podrá saber más si el hombre conocía al pistolero o no. De momento, un hombre con una pistola sigue libre por Barcelona y los Mossos todavía no lo han cazado.