Después de descubrirse en un vídeo que su amigo Óscar, el principal sospechoso, llevaba dos móviles encima, sale a la luz otra prueba clave en la investigación del asesinato de la joven Esther López, encontrada muerta el 5 de febrero a las afueras de Traspinedo (Valladolid). El nuevo hilo del que tirar son fibras de ropa bajo las uñas de sus manos. Estas muestras fueron entregadas el pasado 20 de mayo al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil (SECRIM) para que las analice y las compare con la ropa que llevaba el principal sospechoso y con otras fibras halladas en su chalet.

Fueron los forenses del Instituto Nacional de Toxicología los que encontraron las fibras bajo las uñas de las dos manos de Esther López. Ahora, será el departamento de Química del SECRIM quien las compare con otras fibras halladas durante el registro que realizó la Guardia Civil en casa de Óscar, la última persona conocida que estuvo con Esther la noche de su muerte, el 13 de enero. Se trata de varias fibras rescatadas por los investigadores en una moqueta, en la esquina de una cómoda y en el suelo de la vivienda. Las fibras bajo las uñas de Esther también serán comparadas en el laboratorio con la ropa que vestía el principal sospechoso, Óscar, la noche de la muerte de la joven. Se trata de una chaqueta gris y un pantalón beige de Zara.

La Policía también cotejará las fibras con la ropa de Esther

Además de cotejar las fibras del principal sospechoso, los investigadores de Criminalística también analizarán en el laboratorio las fibras recogidas en el chalet de Óscar con la propia ropa que Esther López llevaba el día de su muerte, para evitar cualquier confusión. Sin embargo, según el testimonio del investigado, ella no estuvo en su casa aquella noche ni durante el último año. 

Un atropello, la causa de la muerte

La víctima fue encontrada muerta el 5 de febrero a las afueras del pueblo. Nadie la había visto desde el 13 de enero, cuando salió de fiesta con dos amigos, Óscar y Carolo. Fueron en el coche del primero, que aseguró que, hacia las tres de la madrugada, la joven quiso seguir de fiesta, pero él prefirió irse a dormir.

Según informaciones de la Guardia Civil, se cree que Esther sufrió un atropello y posteriormente murió. La víctima tenía restos de sangre en sus manos y en la blusa. También, que su cuerpo fue trasladado al lugar donde fue encontrado, una cuneta en la que el cadáver apareció con la cabeza tapada con su abrigo y su mochila al lado. Muy cerca estaba también su teléfono móvil, al que alguien había borrado todas las huellas.

Además de estas fibras bajo las uñas de Esther, los investigadores encontraron además restos de ADN de Esther en el maletero del coche de Óscar, mezclado con otras dos huellas genéticas, una de ellas la del principal sospechoso y otra mujer de la cual se desconoce su identidad. La policía científica también está pendiente de unos restos de sangre en varios puntos de casa de Óscar, aunque aún se encuentran por analizar en el laboratorio.

Dos móviles del sospechoso, otra pista clave en la investigación

Ayer también se descubrió otra pista muy reveladora para ayudar a esclarecer los hechos. Se trata del último vídeo que grabó la joven de 36 años, donde se puede ver a Óscar, el sospechoso, llevando dos móviles encima. Este detalle, que a priori podría parecer insignificante, es una nueva prueba clave para la investigación, que cada vez se tiene más claro que él es el responsable del crimen.

El iPhone de Óscar se apagó a las 3:46 durante una hora entera y los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) están averiguando qué hizo con el BQ, el otro móvil que llevaba encima cuando pasaron los hechos. En las imágenes del nuevo vídeo clave se puede ver el sospechoso escribiendo al móvil. Los agentes han pedido a Óscar la ropa que llevaba aquel día para analizarla, ya que podría dar más pistas sobre qué pasó aquel 13 de enero, puesto que, cinco meses más tarde, todavía no hay nada claro y no hay ningún culpable de la muerte violenta de Esther.

Ahora solo hace falta esperar para saber los resultados de las fibras encontradas bajo las uñas de Esther.