Este lunes empieza el juicio en el que se espera poner fin a la pesadilla que una menor de edad empezó a vivir cuando apenas tenía doce años: el profesor de su escuela, en Málaga, empezó a abusar sexualmente de ella, la sometió a un férreo control social y la acosó durante tres cursos escolares. Ahora, el investigado se enfrenta a una solicitud de trece años de cárcel

Los hechos se remontan al año 2014, en una escuela de la provincia de Málaga, y se prolongaron hasta el año 2017. La víctima, por aquel entonces tenía doce años, entabló una buena relación con uno de sus profesores, la cual acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla para la alumna: el profesor en el que había confiado empezó, presuntamente, a abusar sexualmente de ella, a controlar sus movimientos, su vestuario e incluso sus lecturas, y supuestamente la acosó telefónicamente durante tres cursos escolares

El investigado aprovechó un grupo de WhatsApp para contactar con la menor

El profesor era tutor de una clase en una escuela malagueña y, con el permiso de los padres, creó un grupo de WhatsApp con todos sus alumnos, donde obtuvo el número de la víctima, según ha sabido La Vanguardia. El hombre, de quien no ha trascendido la edad, empezó a entablar conversaciones con la alumna que rápidamente se volvieron cada vez más personales, llegando al punto que mantuvieron conversaciones "de índole sexual"; en el escrito de la Fiscalía, al que ha accedido La Vanguardia, se afirma que el hombre introdujo a la menor en "el aprendizaje de técnicas y prácticas sexuales".

Le pedía que pasara los recreos con él

En una ocasión, tras muchas conversaciones mantenidas con la alumna, el profesor le pidió que no saliera al recreo y que pasara el descanso con él en un aula. Ahí fue cuando el hombre empezó, presuntamente, a abusar sexualmente de la niña; estos encuentros fueron cada vez más frecuentes e íntimos. Además, el hombre recogió a la menor en coche varias ocasiones y, en 2017, la llevó a hoteles para mantener relaciones sexuales, apunta el medio. 

El hombre empezó a controlar férreamente a la alumna

Además de los presuntos abusos sexuales, el hombre también empezó a ejercer un "férreo control social" sobre "todos los movimientos" de la alumna, impidiéndole cualquier actividad si no la consentía él previamente, según ha podido saber La Vanguardia. El hombre llegó incluso a controlar la música y las lecturas de la chica. Por si fuera poco, también le indicó cómo maquillarse, vestirse y peinarse para "aparentar más edad" y que así no sospecharan de su relación. 

La menor empezó a tener serios problemas psicológicos, ya que no podía ni siquiera quedar con sus amigas o sentarse al lado de un chico en el autobús; tal y como ha sabido el medio, la chica no podía conciliar el sueño hasta que él la llamaba para darle las buenas noches. En ese momento, ella fue consciente de lo perjudicial y tóxica que era esa relación, y decidió cortarla. 

El profesor empezó a acosarla telefónicamente

El hombre no aceptó que la menor pusiera fin a su relación y, entre octubre de 2016 y enero de 2018, presuntamente acosó telefónicamente a la alumna. Las investigaciones han permitido contabilizar, de momento, 2.937 llamadas de teléfono en ese periodo de tiempo, además de incontables mensajes. 

Fiscalía pide 13 años y una indemnización económica

El próximo lunes empezará el juicio por este caso, el cual debía haberse celebrado en febrero de este año, pero quedó aplazado. El ministerio fiscal solicita una pena de trece años de cárcel para el investigado, una indemnización económica para la menor de 50.000 euros en concepto de los daños morales causados y la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima. También solicitan su inhabilitación como profesor