Detenido un hombre de Lituania de 43 años, buscado internacionalmente por delitos de tráfico de droga, que se escondía en Cambrils y que viajaba por toda España.

Las investigaciones, después de saber que se había instalado aquí, se iniciaron el año 2014, pero hasta ahora no se lo ha podido encontrar y detener. Fue localizado por la Policía Nacional en un establecimiento de tatuajes de Cambrils y detenido en la terraza de un bar del paseo marítimo de este municipio del Baix Camp (Tarragona).

Localizado paseando por Madrid y en otros lugares de España

Las últimas informaciones que tuvo el grupo de fugitivos de la Policía Nacional era que se había instalado en Tarragona, pero los últimos meses se lo había visto en varios lugares de España.

 

Siguiendo su rastro, los policías tuvieron que realizar investigaciones, seguimientos y esperas del hombre en sitios tan curiosos como la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, donde el fugitivo realizó gestiones de reportero gráfico con drones; en el recinto de IFEMA de Madrid, donde podía haber estado durante la celebración de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) el mes de mayo pasado, o en varios centros veterinarios de toda España. La policía no ha aclarado qué hacía en estos lugares.

Se escondía en Cambrils haciendo tatuajes

Los investigadores finalmente determinaron que el fugitivo podría estar trabajando, al menos ocasionalmente, en un local de tatuajes de Cambrils. Después de comprobar que no se encontraba físicamente en el establecimiento, los agentes se entrevistaron con los propietarios y gerentes de varios locales próximos. Fruto de estas gestiones, y gracias a la colaboración ciudadana, se recibió una llamada de una de estas personas comunicando que el prófugo se encontraba en los alrededores del mencionado local.

A la llegada de los policías, el hombre fue localizado en la terraza de un bar próximo. En el momento de su detención llevaba como documento acreditativo un permiso de conducir lituano a nombre de otra persona.

Ahora ha sido entregado al juez de guardia de Reus, que tendrá que gestionar su entrega a la Audiencia Nacional. En un máximo de 30 días tendrá que decidir si acepta la extradición a Lituania, que es el país que lo reclama por uno presunto delito de tráfico de drogas.