Al menos 30 personas han muerto y 47 han resultado heridas en un nuevo enfrentamiento este martes entre presos en la cárcel de Guayaquil, una de las más peligrosas de Ecuador. No es la primera vez que un suceso de estas circunstancias ocurre en las cárceles de Ecuador -el historial es largo-, por lo que vuelve a poner de manifiesto la grave crisis carcelaria que se abate en el país desde hace ya tres años.

Hacerse con el control de las cárceles

La disputa entre bandas criminales por el control de las prisiones parece ser el hilo conductor de las frecuentes reyertas entre los reos, que además podrían estar conectados con carteles del narcotráfico, según advierten varias autoridades.

Cárcel Ecuador motín / Efe

Cárcel Ecuador motín / Efe

El comandante de la Policía en ese puerto, el general Fausto Buenaño, indicó en principio que el saldo era de 24 muertos y 42 heridos por "impacto de proyectiles de armas de fuego y también por granadas". A última hora el mismo oficial elevaba a 30 los muertos y los heridos a 47, una cifra que no fue mayor, afirmó, porque la entrada de "la policía evitó más muertes", según el general.

Los heridos han sido atendidos por paramédicos en el exterior de la cárcel. En el exterior los familiares de los reclusos pedían conocer el estado de sus parientes.

La policía, tras ingresar en la cárcel y tomar el control de ésta, efectuó registros minuciosos de cada uno de los pabellones.

160 muertos en lo que va de año

El incidente, según medios locales, se habría iniciado por riñas entre bandas delictivas, en un pabellón del centro penitenciario, algo que se ha repetido en varias ocasiones anteriores, con un balance de más de 160 muertos en lo que va de año. El caso más grave fue en febrero con un amotinamiento en cuatro cárceles a la vez, que dejó unos 80 muertos.

Del mismo modo, el director del Sistema Penitenciario, Edmundo Moncayo, atribuyó la escalada de violencia a una pugna de poder entre dos bandas, en auge tras el asesinato de uno de sus líderes después de recobrar la libertad. La muerte del líder de la banda 'Los Choneros', conocido como 'Rasquiña', dejó un vacío de poder entre la organización criminal dentro de los centros penitenciarios. "Dos grupos tratando de encontrar un liderazgo delictivo dentro de las prisiones”, aseguró Moncayo. Las bandas se "nutren del tráfico de drogas y emplean las cárceles como bases de operaciones".

Más reciente: el 13 de septiembre otra prisión de la provincia costera de Guayas fue atacada con drones desde el exterior, con tres explosiones que afectaron el techo del centro.

Y el pasado 22, la policía, durante otro registro en la cárcel de Guayaquil, había hallado tres armas de fuego, 150 municiones, una granada, doce tacos de dinamita, droga, artefactos explosivos improvisados, 16 teléfonos móviles, 27 armas blancas, cinco cargadores y más de 200 municiones de distinto calibre.

Ante esta realidad, el presidente del país, Guillermo Lasso, quien asumió el cargo el pasado 24 de mayo, anunció el mes pasado que destinará 75 millones de dólares en los próximos cuatro años para intentar dar solución a la situación.