Los Mossos han desarticulado en Viladecans (Barcelona) una organización criminal integrada por un único clan familiar que se dedicaba al tráfico de droga, actividad ilícita con la que se estima que ganaba unos dos millones de euros al año.

La policía catalana ha informado este sábado en un comunicado de que la investigación de este caso comenzó en 2021 al intervenir entonces en un punto de venta de cocaína. El clan, según los Mossos, tenía montada una estructura que operaba en cuatro inmuebles, desde los que se dedicaba al tráfico de estupefacientes.

En la operación, desarrollada en dos fases, se han detenido diez personas, acusadas de los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y fraude en el fluido eléctrico. La policía explica que en la primera fase de la operación, desarrollada en Gavà (Barcelona) en marzo del pasado año, se detectó la existencia de un piso en el que se vendía cocaína, vivienda en la que se había habilitado un laboratorio para la producción, elaboración y manipulación de ese estupefaciente.

¿Qué encontraron los Mossos?

En el registro de ese inmueble se intervino 206 gramos de cocaína distribuidos ya para su venta en 80 dosis, lo que en el mercado negro habría reportado unos 12.000 euros. También se encontraron siete kilos de sustancias para cortar la droga, básculas de precisión y 3.200 euros en efectivo.

En esa intervención, la policía detuvo a las dos personas que regentaban la venta en el piso, quienes posteriormente ingresaron en prisión. A raíz de esa operación se supo que los dos detenidos formaban parte de un clan familiar establecido en Viladecans, cuyas actividades ilícitas le generaba medio millón de euros en un cuatrimestre.

Durante la investigación se supo que el clan tenía una estructura jerárquica, de la que los máximos responsables eran un hombre y su mujer, mientras que otro de los miembros ejercía de "mano derecha" de ambos y regentaba el punto de venta desmantelado en Gavà en 2021.

El piso era usado para vender la droga hasta media noche

Un cuarto miembro, explica la policía, se encargaba de custodiar un piso en el que se almacenaba la droga. La infraestructura del clan integraba un piso que funcionaba como local principal de la actividad y que permanecía abierto para la venta hasta media noche. Este piso, en el momento de la operación policial, estaba en obras para reforzar el sistema de vigilancia y autoprotección ante posibles robos o ataques de clanes rivales.

A partir de la medianoche, el clan trasladaba la venta de droga a otro piso regentado por otros miembros del clan. Un cuarto piso se destinaba al cultivo de marihuana. El pasado 22 de marzo, los agentes registraron los pisos, ubicados todos en Viladecans, y en ellos encontraron relojes de alta gama, documentación y unos 5.000 euros en metálico en la casa del líder del clan.

También encontraron dos armas de fuego cortas, una escopeta y 600 cartuchos, así como básculas de precisión, 600 gramos de sustancias para el corte, 62 dosis con 70 gramos de cocaína, y una plantación interior con 407 plantas de marihuana. Los ocho detenidos de esta segunda fase de la operación pasaron a disposición judicial el pasado 25 de marzo, cuando se decretó su libertad con cargos.