El pasado día 1 de mayo una monja del convento de las Monjas Mínimas de Sant Francesc de Paula, del monasterio de Inmaculada de Valls, en el Alt Camp (Tarragona), frustró el robo de un portátil y echó al ladrón. Según ha podido saber ElCaso.com, alrededor de las once y media, una de las monjas de esta congregación, detectó a un hombre en el interior del municipio. Cuando la mujer le preguntó si necesitaba alguna cosa, dio respuestas extrañas, hecho que puso en alerta a la monja.

Al mismo momento, otra de las miembros de la congregación alertó que alguien se había llevado el dinero del cesto de la recaudación de la misa de la mañana, unos 120 euros. Las monjas también detectaron que llevaba alguna cosa escondida bajo la camiseta, que pudieron ver que era un ordenador portátil del convento, que también había robado. El ladrón soltó el portátil, dio un empuje a las monjas y escapó, saltando el muro del monasterio, situado en la calle Sor Filomena Ferrer de Valls, pudiendo huir.

Un ladrón conocido de Valls

Poco rato más tarde, en una calle próxima, un desconocido intentó entrar en una casa próxima, también para robar. Los vecinos lo detectaron y lo echaron, marchándose sin poder robar nada. Con la colaboración de las monjas y de los vecinos de la casa próxima donde también pudo entrar, agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de Valls pudieron identificar al hombre, que era conocido de la policía y tenía varios antecedentes por delitos relacionados con robos y hurtos.

El pasado 12 de mayo pudo ser detenido. Se trata de un vecino de Valls, de nacionalidad española y de 52 años. La monja que se enfrentó y también las víctimas del robo de después, lo identificaron en sede judicial. El hombre está acusado de un delito de robo con intimidación, por haber amenazado a las monjas, y también por un robo con fuerza en grado de tentativa, por el intento de robo posterior.

Las monjas, víctimas de nuevo

El año 2014 unos desconocidos también entraron a robar en el monasterio, forzando las rejas del exterior y accediendo al interior. En aquel momento no trascendió qué botín se pudieron llevar los ladrones.