Karen Grassle es una popular actriz conocida por su papel en 'La Casa de la Pradera' donde interpretó a Caroline Ingalls desde 1974 a 1983, la madre de la familia que protagonizaba la exitosa serie de televisión. Se graduó en la Universidad de California en Inglés y Arte Dramático, posteriormente estudió en Londres en la prestigiosa Royal Academy of Dramatic Art.
Después de su papel en 'La Casa de la Pradera' decidió volver a actuar en teatro. Además, fundó su propia compañía. Aunque tuvo algunos papeles importantes en la parte final de su carrera, protagonizando 'Between the darkness and the dawn' en 1985 y 'Driving Miss Daisy' en el Manitoba Theatre Centre de Winnipeg de Canadá en 2006.
Ha estado casada en tres ocasiones y tiene una hija, Lily Radford. Actualmente, vive con ella en su casa de San Francisco. Recientemente, ha publicado Bright Lights, Prairie Dust: Reflections on Life, Loss, and Love from Little House's Ma, su biografía en la que explica sus vivencias como actriz.
Sus problemas en 'La Casa de la Pradera'
Cuando en 1973 llamaron a Grassle para el papel de Caroline Ingalls en 'La Casa de la Pradera' accedió sin dudarlo. La actriz tenía problemas económicos severos y era adicta al alcohol. Su padre también había sido alcohólico y murió de cirrosis en 1977.
Comentó que durante los rodajes jamás bebía, pero sí lo hacía antes de ellos, por lo que pedía a los maquilladores que le disimularan los rasgos propios de la resaca como los ojos hinchados y la piel cansada. Además, dice que mientras grababa sentía náuseas y fuertes dolores de cabeza.
Grassle junto al elenco / Twitter
Recuerda con mucha tristeza el único día en el que bebió mientras rodaba: "Me tomé una copa de vino y se desató el infierno. Cuando volvimos a grabar, yo solo podía pensar en la botella de vino. Fui al baño, me lavé la boca, salí a fumar, intenté distraerme como fuera, pero era imposible, mi cabeza me decía: 'coge esa botella y bébetela'".
Cuando su padre falleció de cirrosis en 1977 Grassle quedó consternada. Según cuenta, no sabía que la bebida podía llegar a tener consecuencias mortales en el organismo por lo que decidió dar un cambio radical en su vida y dejó atrás sus malos hábitos.
Las quejas sobre su salario
Después de varias temporadas en las que estuvo cobrando unos 3.000 dólares por episodio decidió hablar con Michael Landon, actor y productor ejecutivo de 'La Casa de la Pradera', pero no fue capaz de conseguir un aumento hasta después de varios años.
De hecho Landon se embolsaba cerca de 175.000 dólares por cada episodio que grababa, hecho que molestaba considerablemente a Grassle por la tremenda diferencia que había entre su sueldo y el de su compañero.
Cuenta que sus vivencias con Michael Landon fueron intensas, era una persona difícil y le gustaba hacer comentarios sexistas, aunque recuerda que tenía un lado bueno y siempre quería ayudar al resto del elenco. Ambos arreglaron sus diferencias poco antes de que Landon muriera en 1991.