José Ángel Prenda, uno de los miembros de La Manada, que violaron y grabaron a una chica en la noche de San Fermín de 2016, pide perdón a la víctima. Después de años tachando a la víctima de mentirosa y declarándose inocente, ha escrito ahora una carta en la que pide disculpas.

José Ángel Prenda, de La Manada, pide perdón

Un grupo de WhatsApp llamado "Manada" daba nombre en 2016 a este grupo de cinco amigos sevillanos que, estando de viaje en Pamplona por los sanfermines, violaron a una chica madrileña en un portal de la ciudad, lo grabaron y lo enviaron a este grupo: "Follándonos a una entre 5, puta pasada de viaje".

La Manada

Miembros de La Manada / Archivo

Un caso que supuso un antes y un después en la concepción de las violaciones y que provocó grandes movilizaciones para buscar justicia para la joven violada, que sufrió secuelas de gran gravedad.

Y por si fuera poco, tuvo que enfrentarse a que difundieran su imagen, a que se le cuestionase socialmente o a que el propio juez Ricardo González defendiese la absolución de los agresores al apreciar un "ambiente de jolgorio y regocijo" en el vídeo de la violación.

Cinco años acusando a la víctima de mentirosa

Además, los propios miembros de La Manada la han acusado de inventarse todo, de ser una mentirosa. Hasta ahora.

Después de cinco años, uno de ellos, José Ángel Prenda, alias El Prenda, ha pedido perdón por escrito a la víctima y a su familia, en una carta que ha enviado a la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra desde la cárcel.

José Ángel Prenda y Alfonso Jesús Cabezuelo miembros de La Manada EP

José Ángel Prenda y Alfonso Jesús Cabezuelo, miembros de La Manada / EP

El texto, al que ha tenido acceso El Periódico, con fecha del pasado 22 de julio, dice: "Por medio del presente escrito quiero manifestar a título personal (…) mi total arrepentimiento por el delito por el cual cumplo esta condena y mi solicitud personal de perdón a la víctima por los daños causados, los cuales lamento profundamente, y así mismo a sus familiares directos".

Permisos de salida temporales

El Prenda, que escribe desde el módulo 11 del Centro Penitenciario Puerto III de Cádiz, es el primero y único en admitir los hechos.

La carta, de una página, escrita a mano y firmada junto a su DNI y número de identificación de preso, también solicita "a la Ilustrísima Sala" que "este perdón sea comunicado y trasmitido a la víctima y sus familiares a través de los medios que dispone la Administración de Justicia para ello", relata El Periódico.

Eso sí, pide también "Que por favor, conste en mi ejecutoria y expediente penitenciario esta solicitud (de perdón) por escrito y se me dé copia de la misma".

La violación en grupo que conmocionó a la sociedad

Y es que este perdón llega cuando El Prenda ha cumplido la cuarta parte de su condena -dos años de prisión preventiva y dos desde la sentencia-, que es cuando los presos de segundo grado pueden pedir permisos de salida temporales.

Para estos permisos, se tiene en cuenta también el comportamiento en prisión, si el preso ha pedido perdón y si ha restituido el daño que causó.

Es por eso que este paso por parte del violador supone un avance casi imprescindible para conseguir los permisos, indica el medio citado.

La Manada

La Manada en sanfermines / Archivo

José Ángel Prenda concluye la carta asegurando: "trabajaré incansablemente por reparar ese daño" a la víctima, a quien, junto a cuatro amigos más, violó "hasta diez veces en un minuto y 38 segundos", según reconoció la sentencia.

Los otros cuatro miembros de La Manada no dicen nada

No es la primera carta del violador desde prisión: en octubre de 2016 envió a los medios de comunicación un texto en el que mantenía su inocencia y aseguraba que la joven había causado un daño enorme a su familia y la de los otros cuatro acusados: "Son cinco familias destrozadas por una mentira que estoy seguro que en su día diría para salir del paso (…) Espero que acabe con todo esto contando la verdad".

Los otros cuatro acusados, Alfonso Jesús Cabezuelo, Ángel Boza, Jesús EscuderoAntonio Manuel Guerrero, que cumplen condena en cárceles separadas de Sevilla, Granada, Huelva y Salamanca, no se han pronunciado al respecto.