Un tribunal laboral del Reino Unido ha determinado que utilizar ciertos insultos relativos al físico, normalmente dirigidos a los hombres, también se considera acoso sexual. La sentencia deriva de un caso en el cual, sin embargo, no se produjo acoso ni abuso sexual, sino una pelea|riña entre dos hombres que trabajaban en la misma empresa. Uno de los hombres denunció el otro por el insulto que este último le dedicó con respecto a su falta de cabello|pelo. El tribunal ha estado deliberando durante el juicio, que ha tenido lugar hoy, sobre los insultos que entrarían dentro del delito de acoso sexual.

El tribunal determina que utilizar "calvo" como insulto contra un hombre es acoso sexual

Tony Finn es un electricista veterano que denunció su jefe, Jamie King, porque este lo despidió e insultó llamándolo"puto calvo" el año 2019. Este insulto hizo que Finn denunciara tanto a la empresa como su jefe alegando haber sido víctima de acoso sexual. Según adelanta The Guardian, el denunciante se sintió mucho más ofendido por el insulto a su apariencia que por el hecho de que lo hubieran despedido después de casi veinticuatro años en la empresa.

El tribunal, formado por tres hombres que, según el diario británico, también presentaban (y de hecho han lamentado durante el juicio) pérdida de pelo, ha determinado que utilizar la palabra "calvo" como insulto contra un hombre se considera acoso sexual. El tribunal explica en su sentencia que tiene "pocas dudas" sobre el hecho de que el denunciante "sintiera como una conducta no deseada" que lo llamaran calvo de forma despectiva. El juzgado, según recopila The Guardian, continuó justificando su decisión así: "a nuestro juicio, el señor King atravesó una línea roja al hacer comentarios personales sobre el aspecto del denunciante".

La calvicie es mucho más común entre hombres que entre mujeres

El abogado de la acusación defendió a su cliente exponiendo que tanto hombres como mujeres pueden ser calvos y que, por lo tanto, usar este insulto no se correspondería con un caso de acoso sexual. No obstante, el tribunal respondió que consideraban que el acusado tenía la intención de amenazar e insultar al denunciante, tal como el mismo acusado había admitido durante el juicio. Además, el tribunal añadió: "es cierta la afirmación que hay mujeres y hombres calvos. Sin embargo, como los tres miembros del tribunal pueden garantizar, la calvicie es mucho más frecuente entre los hombres que entre las mujeres", según recoge The Guardian. El tribunal considera, así pues, que el insulto "calvo" está "inherentemente relacionado con el sexo".

Los jueces han determinado que el acusado hizo el comentario con el objetivo de herir emocionalmente el demandante al criticar su apariencia, utilizando una palabra despectivamente que es mucho más común entre hombres que entre mujeres. Con todo eso, el juzgado ha concluido que el comportamiento del acusado, Jamie King, violó la dignidad del demandante, Tony Finn, además de crear un entorno intimidando para él y hacerlo a propósito. El juzgado ha añadido en la sentencia que King escogió "un insulto relacionado con el sexo del demandante", motivo por el cual han aceptado la demanda de Finn como un caso de acoso sexual. Por todo eso, Tony Finn recibirá una compensación económica por parte de su empresa, cuya cantidad todavía se tiene que decidir.