La Guardia Civil ha acotado el radio de búsqueda de Esther López, la joven desaparecida en Traspinedo hace más de tres semanas, a 600 metros, donde ahora se busca sin descanso algún indicio que permita esclarecer los hechos. Los investigadores tratan de localizar el cuerpo en los pozos de la zona, en un caso cada vez más oscuro en el que se empieza a esperar un final trágico.
Los investigadores esperan lo peor sobre Esther López
Los datos que han permitido perimetrar la búsqueda proceden del móvil de Esther, que fue clonado y del que se han extraído tanto la última conexión como la ubicación por GPS y que han dado resultados inquietantes. La última persona que asegura haberla visto la ubica a las dos y media de la madrugada en un cruce de carretera cerca del que viven los tres sospechosos: Ramón, alias "El Manitas", Carlos y Óscar, que ahora se encuentra en el punto de mira. Sin embargo, el móvil estuvo encendido hasta poco antes de las seis de la mañana, cuando dejó de emitir señal.
Por otro lado, la triangulación de la señal ha permitido cerrar un radio de 600 metros en la localidad, donde se espera encontrar algún nuevo indicio o, en el peor de los casos, el cadáver de Esther. Es por eso que la Guardia Civil se ha centrado estos días en rastrear los pozos de la zona, que cuenta con varias áreas rurales cruzadas por carreteras de escasa iluminación. Hasta ahora dos de los sospechosos tienen las pruebas a favor, pero el tercero y último que la vio, ha dado versiones contradictorias en varias de las declaraciones.
Tres amigos sospechosos y una señal de móvil confusa
En un primer momento, se detuvo a El Manitas por la desaparición "forzosa" de la joven, de 35 años, pero fue puesto en libertad después de analizar su domicilio y su vehículo, en los que no se hallaron rastros de ADN de Esther. El siguiente en ser investigado fue Carlos, que iba en el coche en el que se vio a la víctima por última vez junto al tercero en discordia, Óscar, que conducía y presuntamente abandonó a Esther en la carretera tras una discusión.
Esther López desapareció misteriosamente hace más de tres semanas / Redes Sociales
El relato de Óscar y Carlos coincide en que, junto a Esther, estuvieron en el bar El Castillo, en Traspinedo, hasta pasada la medianoche, tras lo que subieron al coche para dirigirse a sus respectivos domicilios. El primero en bajar fue Carlos, que vive en una cabaña cercana al restaurante de carretera La Maña, un negocio de su familia. Según su declaración, sus hijos, que tiene en régimen de custodia compartida, podrán confirmar la versión que asegura que se fue a casa a dormir y no volvió a ver a Esther. También confirman su versión las cámaras de seguridad que apuntan a la carretera, en la que se ve cómo se baja del coche y el vehículo prosigue.
Las tres versiones de Óscar que no coinciden
A partir de este momento, el relato depende únicamente de Óscar, que ha dado hasta tres versiones diferentes de lo que pasó antes de que López desapareciese. Aunque él aseguraba que todo iba bien en el coche entre él y Esther hasta el lugar en que se le perdió la pista y la abandonó, en el kilómetro 61, justo delante de casa de Ramón El Manitas, sus versiones han acabado contradiciéndose. En un primer momento, relató que habían discutido con Esther porque ella quería seguir la juerga y él quería irse a dormir. Tras esta disputa, Óscar asegura que ella le hizo parar el coche, se bajó sin más, y él se fue. Después, en otra declaración, amplió la bronca y detalló que, además de bajarse, parecía que alguien iba a recogerla en el cruce en el que la dejó, por lo que él se marchó.
Sin embargo, en otra de sus versiones, Óscar aseguraba que Esther se bajó para volver por el mismo camino hasta La Maña, a la cabaña en la que dormía Carlos, para seguir la fiesta con él en otro lugar. Pese a estas contradicciones, los investigadores cuentan con la colaboración de Óscar, que no se ha opuesto a que registren su móvil y su coche y está pendiente de volver a declarar ante la policía cuando sea requerido.