Cada día suceden miles de crímenes por todo el mundo. Aunque las investigaciones a menudo acaban con las personas culpables detenidas, hay ocasiones en las cuales los crímenes no se pueden resolver, normalmente por falta de pruebas, porque no hay testigos, o porque las coartadas de los sospechosos encajan a la perfección. Es el caso de un crimen que se produjo el año 2016 y que, a pesar de tener dos personas imputadas, no puede resolverse. El motivo, sin embargo, es bien curioso.

El año 2016, un hombre llamado Shashikant Sharma apareció muerto cerca de la comisaría de policía de la ciudad de Jaipur, en la India. Después de llevar a cabo la investigación del caso durante meses, la policía finalmente consiguió dar con los dos presuntos culpables, a quienes imputaron por homicidio. A pesar de no haber testigos, las pruebas eran concluyentes. No obstante, el crimen, que aparentemente parecía resuelto, ha sufrido un golpe duro: las pruebas contra los sospechosos han desaparecido. Los policías que se han encargado de investigar el suceso han explicado durante el juicio del caso, de que ha empezado esta semana, cómo han perdido todas las evidencias relativas al caso.

La excusa de los policías enfada al juez

Los investigadores del caso se han presentado en la audiencia previa al juicio por el asesinato sin ni una sola prueba. Ante el magistrado, han explicado el motivo por el que las han perdido y no han podido recuperarlas: un mono se las ha robado. Los policías admitieron que perdieron todas las pruebas, que resultaban determinantes sobre la autoría del crimen, desde el mismo apuñalamiento. Según admitieron las autoridades, recogieron un total de quince evidencias, incluyendo el arma homicida, que era un cuchillo. Guardaron todas las pruebas dentro de una bolsa la cual, por falta de espacio en la misma comisaría, dejaron momentáneamente bajo un árbol, y se marcharon. La bolsa, a la vez, estaba vigilada por otro policía.

Los policías no pueden demostrar el incidente

Los policías no han podido dar más detalles al juez sobre la localización de las evidencias forenses. Tal como han explicado al juez, el compañero encargado de vigilar las pruebas les dijo, pocos momentos después, que un mono había cogido la bolsa y escapado con ella rápidamente, y que no pudo seguir al animal. Pero todavía hay más: los policías no han podido demostrar el incidente con el testimonio de su compañero, ya que este fue suspendido de su puesto de trabajo semanas después, se jubiló y murió. El juez se ha mostrado perplejo y molesto ante la historia de los policías, calificándola de "inusual". La falta de pruebas se comunicó poco después de que tuviera lugar el incidente, pero con el paso del tiempo se creía que las habrían podido recuperar. Ahora, el juicio ha quedado suspendido a la espera de que se resuelva la situación. No obstante, el juez encargado del caso ha enviado una carta formal a la policía rural de Jaipur exigiendo una explicación sobre como un mono podía haber robado las pruebas, y exigiendo que se aclaren los hechos.

La familia de la víctima también se ha mostrado decepcionada con la suspensión del juicio. En el momento de la muerte de Sharma, fue la misma familia quien presionó a la policía para que investigara con mayor profundidad los hechos: protestaron de forma masiva cortante una de las principales carreteras de la región. Cinco días después de las protestas, los policías les comunicaron que tenían pruebas concluyentes contra dos hombres, y que los habían detenido como presuntos autores del crimen.