La fiscalía y la acusación particular piden prisión permanente revisable para un hombre que grabó a su pareja sin ayudarla mientras moría agonizante durante horas por una subida de azúcar provocada por la diabetes. Los hechos tuvieron lugar en junio del 2019 en el piso de la mujer, en Viladecans.

Escándalos en público y privadamente

El hombre ya había agredido la mujer otras veces. El hombre, también diabético, hizo ver que la ayudaba, pero sólo la grabó y no avisó a los servicios de emergencias.

Antecedentes: según los escritos de las acusaciones, recoge la ACN, Mariano Daniel V.A., argentina de 49 años, empezó a salir con la víctima, S.C.J., de 42, en febrero de 2019. A menudo dormía en casa de ella. Desde buen inicio el hombre se mostró celoso y posesivo, la controlaba, la insultaba y montaba escándalos en público y privadamente.

Mossos d'Esquadra / Mossos d'Esquadra

Mossos d'Esquadra / Mossos d'Esquadra

La víctima sufrió agresiones del acusado en repetidas ocasiones. Tuvo que ser atendida por el médico por contusiones en las costillas y cara, pero siempre ocultando la verdadera causa de las lesiones. Tal era su miedo por su integridad física y la de su hijo de 13 años que pocas semanas antes de su muerte pidió al padre del niño que se lo llevara a vivir con él en Ciudad Real.

La víctima se sentía avergonzada por las señales evidentes de las agresiones y sabía que buena parte de su entorno sospechaba del origen de las lesiones. Eso hizo que se hundira anímica y físicamente y dejó de trabajar. Se encerró en casa sin hablar con nadie y se despreocupó de su propia alimentación, así como del cuidado adecuado de su diabetes tipo 1 que sufría desde hacía tiempo. También consumió cocaína, según el escrito.

El acusado asistió "impasible" a la muerte de la víctima

Durante la tarde del 17 de junio el deterioro físico progresivo empeoró. La víctima no quiso avisar a sus familiares sobre su malestar por vergüenza que notaran las lesiones. Llamó varias veces al acusado, entre las 21.30 y las 22.45 horas para pedirle ayuda. Finalmente el hombre fue al domicilio de la víctima hacia las 22.50 horas.

Mariano Daniel, que también es diabético y había estudiado y trabajado en el ámbito de la odontología, notó rápidamente los síntomas de una subida de azúcar.

Las acusaciones consideran que entre las 22.50 y al menos las 3.39 de la madrugada asistió "impasible" a un deterioro evidente de la víctima, que se quedó sin fuerzas y después semiinconsciente. No hizo ni un control de azúcar con el glucómetro ni llamó a los servicios de emergencias. Finalmente la hiperglucemia le provocó un fallo multiorgánico y la muerte.

Detenido / GatoDesing

Detenido / GatoDesing

Durante cinco horas el hombre habría constatado el gran sufrimiento y malestar que sufría la mujer, que le suplicaba varias formas de ayuda. El hombre, previendo la muerte de la mujer y que la policía la investigara, intentó "construirse una coartada".

Coartada de la víctima

Entre las 23.42 y las 3.39 horas, sin el consentimiento ni asentimiento de la víctima, y "con absoluta desconsideración al respeto de su intimidad", el acusado grabó con su móvil 15 fragmentos de vídeo, "convenientemente seleccionados", donde aparentemente se observa el acusado dispuesto a ayudar a la víctima, aunque era "inocua" o no se materializaba en lo que el acusado sabía que podía revertir fácilmente la situación. En los vídeos se puede ver la cara y el cuerpo de la víctima cada vez más débil, pidiendo ayuda, desnuda y prácticamente decaída.

A la mañana siguiente de los hechos el hombre fue a un taller mecánico de coches y después fue a explicar la muerte de la mujer a la policía. El individuo fue arrestado tres meses después, el 18 de septiembre, y desde entonces está en prisión preventiva.

La fiscalía y la acusación particular lo acusan de cuatro delitos de maltratos, a uno de maltrato habitual, uno contra la intimidad y uno de asesinato por omisión con ensañamiento y contra persona vulnerable en razón de enfermedad, con el agravante de motivación de género y parentesco. Por todo eso, piden la prisión permanente revisable para el asesinato, más siete años de prisión y 17 años de prohibición de llevar armas por los delitos de maltrato, y cuatro años de prisión por el delito contra la intimidad. También le piden varios años de libertad vigilada y prohibición de aproximación o comunicación con el entorno de la víctima cuándo haya salido de prisión. Además, tendría que pagar 7.920 euros de multa y 710.000 euros de indemnización al hijo, la expareja, la madre y un hermano de la víctima.