Un hombre deberá de indemnizar a un agente de los Mossos d'Esquadra con 7.000 euros después de haberle escupido en los ojos y la boca. Uno de los jueces de Barcelona le ha condenado a pagar esta elevada cantidad al conocer que, mientras el acusado le escupía, gritaba que tenía sida.

El agente tuvo miedo por si podía contagiarse y decidió someterse a un tratamiento preventivo para descartar todas las posibilidades de haber sido contagiado por el acusado. Tuvo que tomar varios antirretrovirales hasta que corroboró que las amenazas del sujeto que le escupió eran totalmente falsas y estaba fuera de peligro.

Se trata de una enfermedad extremadamente difícil de tratar. Los primeros casos surgieron en Estados Unidos a principios de los años 80 y se calcula que ha habido cerca de 78 millones de personas infectadas en todo el mundo, de las cuales han fallecido unas 39 millones. Actualmente, sigue siendo un problema presente en la sociedad, con 36,9 millones de personas que presentan esta enfermedad. Afortunadamente, los avances tecnológicos en la medicina han ayudado a que se puedan tratar mejor sus síntomas.

¿Qué ocurrió?

Los hechos ocurrieron en el mes de marzo de 2021. Los agentes detuvieron al denunciado en la calle Sardenya de la ciudad de Barcelona. Fueron avisados después de que agrediera a una mujer, cuando vio a la policía el hombre intentó escapar del lugar de los hechos, pero fue atrapado y detenido por los Mossos d'Esquadra.

Pese a ello, el detenido presentó resistencia y tuvo una actitud muy violenta contra los agentes de policía. Se movía constantemente, dándoles patadas y gritaba enérgicamente que los iba a matar. Además, empezó a escupir en la cara de uno de los agentes mientras gritaba que era portador del virus del sida. Afortunadamente, los Mossos lograron reducirle y lo metieron en el coche.

El agente de los Mossos d'Esquadra al que le había escupido se mostró muy preocupado por las palabras del detenido, ya que la saliva le había alcanzado un ojo y la boca. Para prevenir decidió someterse a un tratamiento para descartar cualquier posibilidad de tener el virus.

El veredicto después del juicio

Se consideró que, aunque no hubiera lesiones graves, el agente de los Mossos tenía derecho a demandar una indemnización por daños y perjuicios. Aunque no existían motivos suficientes para que el demandado ingresara en prisión. El detenido decidió no presentarse al juicio. Por lo que fue penalizado un extra de 2.880 euros por un delito de resistencia a una multa.

En el juicio, varios expertos médicos declararon que este virus puede ser contagioso a través de la saliva, por lo que las sospechas y miedos del agente de los Mossos implicado estaban justificados.

El agente tuvo que tratarse durante 180 días

Después de que el agente decidiera seguir el tratamiento, pidió, y le concedieron, la baja laboral del 16 de marzo de 2021 hasta el 7 de abril de ese mismo año. Este tratamiento le afectó considerablemente a su vida diaria, suponiéndole cansancio y problemas gastrointestinales.

Después de las tres semanas de baja, decidió seguir con el tratamiento y con un control de analíticas para asegurarse de que no tenía la enfermedad. En total, el proceso se prolongó hasta los 180 días.