Ya hace 20 años que asesinaron a Helena Jubany, una bibliotecaria a quién tiraron al vacío desde un edificio de Sabadell (Barcelona). Todavía no hay ningún culpable por el crimen y hay muchos cabos sueltos.

Helena Jubany recibió dos cartas anónimas y la drogaron

El 17 de septiembre del 2001, Helena recibió una carta anónima acompañada de unas pastas y una horchata, que era su bebida preferida. Tres semanas más tarde, el 9 de octubre, recibió una segunda carta acompañada de un zumo de melocotón y, cuando se lo tomó, se empezó a encontrar muy mal y se quedó completamente dormida.

Helena Jubany / Arxiu

Se cumplen 20 años del asesinato de Helena Jubany: el crimen prescribe y no hay ningún culpable / Cedida

Al día siguiente no recordaba nada de lo que había pasado y, un mes más tarde, lo llevó a analizar, ya que tenía sospechas de que la habían drogado. Dos días más tarde le dieron los resultados, que eran positivos en benzodiacepina, que es un potente somnífero. El 30 de noviembre por la mañana chateó desde el ordenador e hizo una llamada a un amigo. A las 15:00 tenía que ir a trabajar, pero no se presentó a la biblioteca, un hecho muy extraño, ya que siempre que llegaba tarde avisaba.

Encuentran su cadáver desnudo y lleno de quemaduras en el interior de un patio de Sabadell

Al día siguiente, Helena había quedado para comer con su padre, pero no se presentó y estaba ilocalizable. Un día después, el 2 de diciembre, un vecino de la calle Calvet d'Estrella 48 vio su cadáver en el patio interior del edificio. Su cuerpo tenía signos de violencia: estaba desnuda y con quemaduras a la altura de las bragas y en parte de su pelo: la habían quemado con colonia.

Ana Echaguivel y Montserrat Careta ingresaron en la cárcel de manera provisional

Ana Echaguivel y Montserrat Careta eran dos de sus compañeras del centro excursionista que ingresaron en la prisión de manera provisional por su presunta implicación en el crimen. Ana salió por falta de pruebas y Montserrat se suicidó en la celda. El cuerpo de Helena fue tirado desde el piso de Montserrat.

Santi Laiglesia, el eterno sospechoso del crimen de la bibliotecaria

Aunque Santi Laiglesia, el novio de Montserrat, fue siempre el eterno sospechoso, no llegó a entrar nunca en la cárcel, ya que declaró que no estaba en el lugar de los hechos cuando se cometió el crimen. No obstante, varios testigos han roto su coartada y han explicado que Laiglesias no estaba donde decía estar y que, por si no fuera poco, vivía con Montserrat, unos hechos que él niega en todo momento.

Santi Laiglesia / Cedida

Santi Laiglesia es uno de los sospechosos de haber asesinado a Helena Jubany 20 años atrás / Cedida

Su acosador dice que no recuerda haber hablado con Helena

En los últimos meses, los policías investigaron el ordenador de Helena y descubrieron que tenía un acosador. El 5 de noviembre de este año, el acosador declaró ante el juez que no recordaba haber hablado nunca con la bibliotecaria, aunque la había acosado varias veces años atrás. 20 años después del crimen, sigue sin hacerse justicia, ya que no hay ningún culpable por el caso y las posibilidades de encontrarlo, cada vez son más bajas. No obstante, la justicia está investigando a Xavi, un amigo de Helena que le envió un correo muy parecido a los anónimos que recibió meses antes de ser asesinada.