Helena Jubany era una bibliotecaria que, hace más de 20 años, fue asesinada en Sabadell (Barcelona). Dos meses antes de morir recibió dos cartas anónimas. Actualmente, la Policía Científica ha determinado que Xavi Jiménez, el único imputado por el crimen, es el autor de los anónimos, que son dos pruebas clave para saber quién mató a la joven de 27 años en diciembre del 2001.

El 17 de septiembre del 2001, Helena encontró una carta anónima en la puerta de su casa, situada en la calle Francesc Layert de Sabadell. Esa nota iba acompañada de una horchata. Este detalle es importante, ya que la horchata era la bebida preferida de la bibliotecaria y, por lo tanto, el remitente era una persona que la conocía bien. La bebida tenía benzodiacepinas y, en la actualidad, se desconoce si se la llegó a beber. La carta decía lo siguiente: "Helena, sorpresa. Pasábamos por aquí y hemos dicho: a ver a Helena qué se explica. Somos ???? (te llamaremos) A comérselo todo".

Helena Jubany recibe una segunda carta anónima acompañada de un zumo

Al cabo de tres semanas, el 9 de octubre del 2001, Helena Jubany recibió una segunda carta anónima: "Helena, antes que nada, esperamos que te tomes esto con el mismo sentido del humor que nosotros. A la tercera te destaparemos el misterio. Es bastante seguro de que te hartarás a reír. Nos gustaría mucho volver a coincidir en una excursión de la Unión Excursionista de Sabadell. ¡Ya hablaremos! Ahora vamos a ver si encontramos un lugar "bueno bonito y  barato" en Sabadell para perfeccionar el inglés. ¡Ah! Buen provecho, no nos hagas uno feo, eh?! A la tercera ya nos invitarás tú, no lo ponemos en duda. Besos". Esta segunda carta, a diferencia de la primera, presenta dos caligrafías diferentes. El anónimo iba acompañando de unas pastas y de un zumo de naranja, que también contenía somníferos.

Segundo anonimo Helena Jubany / Archivo

Helena Jubany recibió dos cartas anónimas antes de ser asesinada en Sabadell (Barcelona) / Archivo

Helena se tomó el zumo en el trabajo, en la biblioteca de Sentmenat y, de repente, se empezó a encontrar mal y que no se veía capaz de volver a casa conduciendo. Por este mismo motivo, un amigo suyo se ofreció a acercarla a casa, pero tenían un problema: si dejaba el coche en Sentmenat, al día siguiente no podría ir a trabajar. Fue entonces cuando decidieron que pasaría la noche en casa su amigo. Se quedó profundamente dormida en el coche y al día siguiente no recordaba qué había hecho el día anterior.

El zumo que acompañaba la carta contenía benzodiacepinas

El 5 de noviembre, Helena llevó el zumo al laboratorio y el informe determinó que tenía benzodiacepinas. A finales de diciembre del 2001, la bibliotecaria desapareció en extrañas circunstancias y, al cabo de dos días, encontraron su cadáver en el patio interior de un edificio de Sabadell, donde vivía Montse Careta, que entró a la prisión de manera provisional y se suicidó, llevándose muchos secretos sobre este macabro crimen que todavía no se ha resuelto.

Xavi Jiménez, el único imputado por el macabro crimen de la bibliotecaria de Sabadell

Actualmente, el único imputado por el asesinato de Helena es Xavi Jiménez, que tendrá que declarar este viernes en los juzgados de Sabadell. La Policía Nacional ha determinado que fue él quien escribió los anónimos y, por si no fuera poco, también descubrieron unos correos borrados en el ordenador de Helena donde se hacía referencia a un examen de inglés y a una excursión, unos elementos que también aparecen a los anónimos y que hacen saltar todas las alarmas.