La Sección Tercera del Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a 50 años de prisión -con un máximo de cumplimiento de 40- a Gabriel, el padre de las dos criaturas asesinadas el año 2019 en Godella. La sentencia absuelve en cambio a la madre, coautora de los crímenes, por anomalía psíquica, a causa de la enfermedad mental que sufre, pero le impone una medida de seguridad privativa de libertad consistente en el internamiento en un centro psiquiátrico adecuado al tratamiento de su patología.

El magistrado que presidió al jurado popular ha modificado la situación personal de la mujer, María, que se encontraba en la prisión preventiva por estos hechos, y ha acordado su libertad provisional de manera inmediata. La acusada será trasladada ahora desde el Centro Penitenciario de Picassent a la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica de Agudos del Hospital La Fe de Valencia. Será el personal sanitario quien ahora la examine y valore si hace falta su ingreso no voluntario en un centro médico.

Tendrán que pagar 600.000 a los abuelos de las criaturas asesinadas

La resolución, que puede ser recorrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), establece que los dos progenitores, Gabriel y María, tendrán que indemnizar conjunta y solidariamente con 300.000 euros a los abuelos paternos de los niños y con la misma cuantía, 300.000 euros, a los abuelos por línea maternal.

De conformidad con el veredicto del Jurado, la Audiencia de Valencia ha declarado probado que los padres asesinaron el 13 de marzo de 2019 a sus hijos, Amiel e Ixchel, un niño de tres años y una niña de sólo seis meses, después de propinarles multitud de golpes, sobre todo en la cabeza, en la finca de la casa donde vivían en Godella.

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Gabriel, el asesino de Godella, detenido por la Guardia Civil / ElCaso.cat

Los acusados estaban convencidos de la existencia de una "secta" que los perseguía, acosaba y abusaba sexualmente del niño, hasta al punto que se alternaban para realizar vigilancias nocturnas para evitar ser atacados y que sus hijos fueran secuestrados, tal como explicaron ellos mismos durante el juicio.

Proteger a los hijos

Impulsados por estas creencias e ideas, que el hombre inculcó a su compañera sentimental, decidieron que la única manera de proteger a los menores era someterlos a un "baño purificador", "acabar con sus vidas y enviarlos al más allá para que posteriormente pudieran revivir".

De esta manera -explica la sentencia-, la noche de los hechos, entre las 22 y las 4 horas, "actuando de común acuerdo en ejecución de tal plan, haciendo y dejando hacer al otro", cogieron a sus hijos, los bañaron en la piscina de la casa y pusieron fin a su vida a veces.

Caso Crimen Godella / EFE - Kai Försterling

La madre de los dos niños de Godella, durante el juicio / EFE - Kai Försterling

La Audiencia señala, tal como declaró probado el jurado, que en el momento de cometer los crímenes la madre de los menores sufrió un brote agudo de esquizofrenia de tipo paranoide "que anulaba completamente las bases psicobiológicas de su imputabilidad (inteligencia y voluntad)".

No cumplirá los 50 años de prisión

La sentencia declara al padre autor de dos delitos de asesinato con agravante de parentesco y le impone por cada uno de ellos 25 años de prisión, con un límite máximo de cumplimiento de 40 años, según lo que se establece por el Código Penal, así como libertad vigilada durante 10 años.

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Imagen de la casa donde vivía la pareja y las dos criaturas, asesinadas / GRS

A la madre la absuelve de estos dos mismos delitos por la circunstancia eximente completa de anomalía o alteración psíquica, aunque le impone para cada uno de los dos delitos una medida de seguridad consistente en un máximo de 25 años de internamiento en un centro psiquiátrico adecuado al tratamiento de la enfermedad mental que sufre, con un máximo de cumplimiento de 40 años, y libertad vigilada durante 10 años.