Aprovecharse del sufrimiento ajeno es un signo de la falta de humanidad. Es lo que ha pasado con el caso de las dos niñas de Tenerife que han desaparecido, Anna y Olivia, y que todo hace pensar que las ha secuestrado su padre, Tomàs Gimeno. La familia de las dos criaturas, con su madre al frente, Beatriz Zimmermann, hace más de cuatro semanas que las buscan.
Un estafador quiere 5.000 euros a cambio de información de la niñas
Siempre pasa cuando un caso se hace mediático, algunas personas quieren aprovecharse y conseguir hacer cuatro duros aportando información falsa. Los secuestros que llegan a los medios de comunicación siempre generan una avalancha de llamadas de personas, algunas de buena fe, que ofrecen información sobre las personas desaparecidas.
Es el caso de una persona que ha pedido 5.000 euros a la familia de las dos niñas para aportar información sobre en donde pueden estar.
Tomàs Gimeno, el padre de las dos criaturas, de momento, es el principal sospechoso de la desaparición / ElCaso.cat
La Guardia Civil está analizando la conversación entre el portavoz de la familia y presidente de Sus Desaparecidos, Joaquín Amills, y la persona que quería ofrecer información, pero los investigadores ya han descartado que se trate de información veraz o relevante por el caso de las dos niñas de Tenerife.
Primero 1.500 euros por una de las niñas
Según Espejo Público la persona pedía 1.500 euros por cada niña para informar de donde podía ser. "Sé dónde están Anna y Olivia". Según el informador, que aseguró ser Jairo González Sepúlveda, las dos niñas se habían vendido en Colombia y él sabía dónde estaban y quién las había comprado. Con los primeros 1.500 euros diría dónde estaba una de las niñas, la pequeña, y después, cuando la hubieran podido recuperar, por 1.500 euros más diría dónde estaba la grande. Después, el hombre quería cobrar 2.000 euros más. En total, pues, pedía 5.000 euros.
El tal Jairo González quería cobrar el dinero cuanto antes mejor y facilitó a Amills un número de cuenta de un banco de Colombia dónde ingresar el dinero.
Imagen del barco del padre de las dos niñas, Anna y Olivia, controlado por la Guardia Civil / EFE
Él aseguraba que las dos niñas estaban en un pueblo de Colombia y que él las había visto y que incluso podría conseguir alguna fotografía. Ninguna de las informaciones que ha facilitado son útiles ni para la Guardia Civil ni tampoco para la familia de las dos niñas. Estamos en el mismo sitio. Hace más de un mes que nadie sabe dónde están Anna y Olivia.
La Guardia Civil intenta localizar al estafador en Colombia
La Guardia Civil investiga la conversación que mantuvo este estafador con el portavoz de la familia por si lo pueden localizar. Desde el Instituto Armado se han puesto en contacto con la policía de Colombia para tratar de averiguar si el nombre y el número de cuenta que facilitó por teléfono correspondiente a alguna persona y si se la puede denunciar o detener por un presunto delito de estafa.