La policía austriaca ha descubierto el cuerpo de una anciana de 89 años que llevaba más de un año muerta y había sido ocultada en el sótano por su hijo para poder seguir cobrando su pensión.
Oculta el cadáver de su madre en Austria
Todo se destapó a causa de un nuevo cartero en la zona del domicilio de los hechos. El hombre, que llevaba entre el correo la pensión mensual de una señora anciana cerca de Innsbruck, en la región austriaca del Tirol, pidió al hijo de la fallecida poder ver a la beneficiaria. El hijo se negó y el cartero avisó a las autoridades de su actitud sospechosa.
El sábado pasado se descubrió entonces el cuerpo de la anciana, que se encontraba momificado en el sótano de la casa familiar, donde el hijo, de 66 años, la había mantenido durante un año para seguir cobrando su pensión de jubilación.
Un año muerta en el sótano
Según un comunicado policial, la mujer, que creen que sufría de demencia senil, había muerto en junio del año pasado. La autopsia descartó rápidamente que el hombre hubiese matado a su madre, que murió de causas naturales.
También confirmaban en el comunicado que "el hombre de 66 años mantuvo su cuerpo para seguir recibiendo beneficios". Y así lo admitió él mismo cuando fue interrogado, detallando cómo había podido convivir con el cuerpo durante tanto tiempo.
Bolsas de hielo y arena para gatos
Cuando la mujer murió, la trasladó a este sótano familiar y la cubrió de bolsas de hielo para congelar el cuerpo y que no se pudriese y desprendiese olores.
Pero este método dejó de ser útil, así que la envolvió en vendajes para absorber los fluidos corporales que desprendía.
Poco después no pudo evitar la salida de fluidos del cadáver y tapó el cuerpo con arena absorbente para gatos, ha explicado Helmut Gufler, a cargo de la unidad de fraude a la seguridad social de la policía, a la emisora pública ORF. "Al final, el cuerpo se fue momificando", ha detallado.
Estafa de 50.000 euros de la pensión y subvenciones
El hermano del ahora detenido, preguntó por su madre en más de una ocasión, a lo que el acusado respondió asegurando que estaba en el hospital.
Durante todos estos meses de fraude, el hombre, que no tiene trabajo ni ingresos, se había embolsado 50.000 euros desde junio de 2020, correspondientes a la pensión y a otras subvenciones del gobierno austriaco.
Es por todo esto que ahora el sospechoso está acusado de fraude de beneficios y de ocultar un cadáver.