Este miércoles un hombre en el estado de Oklahoma golpeó al pastor de una iglesia, después de que lo sorprendiera tocando indebidamente a su hijo de 9 años, indicó la Policía de Oklahoma City.

Tocaba a menores que esperaban el autobús escolar

El padre de la víctima vigilaba la parada del autobús escolar y grabó el momento en que Michael Coghill tocó a su hijo. Cuando la Policía llegó al lugar de los hechos, Coghill, de 33 años, tenía el cráneo fracturado y un ojo morado, según medios locales.

El testigo dijo a las autoridades que un niño había alertado sobre una persona que paseaba por la zona y tocaba a los menores mientras esperaban el autobús escolar, por lo que decidió grabar el encuentro antes de enfrentarse al sospechoso.

Coche policía - Pixabay

Coche policía / Pixabay

El hombre ha sido acusado de agresión indecente a un niño y está en el Centro de Detención, después de que el padre mostrara la grabación de los tocamientos a la Policía.

Posteriormente, Coghill fue identificado como ministro de la Iglesia de Cristo de Lakehoma en Mustang. Después de la detención, la iglesia publicó un comunicado en su página de Facebook en el que afirma que ya no formará parte de su personal.

Un cura detenido tras organizar orgías con drogas con los donativos

Francesco Spagnesi, sacerdote de 40 años de la diócesis italiana de Prato, se encuentra en arresto domiciliario al haber sido acusado de tráfico e importación de sustancias estupefacientes. El párroco compraba cocaína y GBL, un potente narcótico variante del GHB, la llamada 'droga de la violación'. Se hacía con las sustancias con el dinero de las donaciones de los feligreses y, según medios locales, organizaba fiestas sexuales a las que acudieron más de 200 personas donde se mezclaba el consumo de drogas y el sexo desenfrenado.

Francesco Spagnesi / RRSS

Francesco Spagnesi / RRSS

La detención de Spagnesi fue posible después de que la policía descubriera y detuviera el pasado mes de agosto a su cómplice en la importación de GBL desde Holanda. Según la policía, la droga estaba a cargo de Francesco Spagnesi, con el dinero recaudado de los fieles en la iglesia, supuestamente para combatir la pobreza.