El pantano de Can Bogunyà, también conocido como el Llac Petit de Terrassa (Barcelona), ha sido el escenario de muchos crímenes escabrosos sin resolver: asesinatos, desapariciones y cadáveres no identificados. En ElCaso.com hemos hecho una recopilación de los sucesos más misteriosos que han pasado, que ponen los pelos de punta.

Al lado del hospital del Tórax

El pantano de Can Bogunyà está al lado del mítico hospital del Tórax, concretamente a tres kilómetros, a unos 20 minutos caminando. Este hospital abandonado, antiguamente era para pacientes con enfermedades respiratorias y se ha convertido en uno de los puntos de referencia de misterios y, algunos vecinos de la zona aseguran que han pasado hechos paranormales, aunque no se han podido comprobar.

Antoni Ballbé muere en extrañas circunstancias

El primer muerto documentado en el Llac Petit fue el 26 de julio de 1925: Antoni Ballbé, de 27 años, estaba con dos amigos. Habían ido a pasar el día en el pantano y, se sumergió, pero no volvió a la superficie, ya que no sabía nadar. Al cabo de poco rato localizaron su cadáver y, aunque lo documentaron como un accidente, sus amigos no se explicaban cómo había entrado en el agua si no sabía nadar.

Aparece un cadáver no identificado en Can Bogunyà

Al cabo de 32 años, en 1957, apareció en extrañas circunstancias el cadáver de un hombre flotando en medio del pantano de Can Bogunyà: tenía unos 60 años, iba vestido con ropa de campesino y nunca se supo quién era, ya que no lo pudieron identificar, explica Món Terrassa.

Asesinan a Núria Molina

A pesar de que los casos explicados anteriormente no se pudo demostrar que fueran crímenes, el año 1991 tuvo lugar el primer asesinato en este lago: encontraron el cadáver de Núria Molina, una chica de 16 años a quien habían matado estrangulándola mientras estaba de camino al pantano. Un año más tarde, encontraron restos del cadáver de un anciano que había desaparecido tres meses atrás y sus familiares no sabían cómo podía haber llegado hasta el pantano.

Núria Molina / ElCaso

Núria Molina tenía 16 años cuando fue asesinada en el pantano de Terrassa / ElCaso

Asesinan a un mosso de escuadra y a un joyero

Un año después, en 1993, pasó uno de los crímenes más macabros de este pantano: encontraron muerto a Antoni Bruch, un mosso de escuadra de Sant Cugat (Barcelona). Una persona le robó la pistola, lo disparó en el cráneo y le reventó la mandíbula, explica Món Terrassa.

Un año más tarde, asesinaron a Jaume Martínez Moliné, un conocido joyero de Terrassa: a pesar de las pruebas aportadas para demostrar que dos jóvenes lo habían matado, nunca se llegó a cerrar el caso: no se sabe ni quién lo mató ni dónde está su cadáver, aunque lo estuvieron buscando exhaustivamente por el pantano de Can Bogunyà.

Crimen Can Llop / ElCaso

Uno de los acusados del crimen del joyero de Terrassa (Barcelona) que más tarde quedó en libertad / ElCaso

Matan a un hombre y no identifican el cadáver

El 12 de abril del 2006 se documentó el último crimen del pantano de Can Bogunyà: apareció el cuerpo de un hombre de 40 años con los pies y las manos atadas y su cadáver presentaba claros indicios de criminalidad. Lo más surrealista de todo es que nunca se supo quién lo asesinó: no lo consiguieron identificar y tampoco nadie lo echó de menos, ya que no se puso ninguna denuncia por desaparición.

Desde entonces, no se han documentado más crímenes en este pantano y para los vecinos de Terrassa sigue siendo un enigma la cantidad de desgracias que han pasado en el Llac Petit.