A horas de que se celebre el sorteo del Niño y de que los sueños de muchas personas se hagan realidad, es necesario advertir a los afortunados de lo que se debe evitar a la hora de ir a cobrar los premios que seguramente les cambien la vida.
Qué no hacer si te toca la lotería de Navidad
Y para que no sea un cambio negativo, hay que llevar cuidado al manejar este tipo de cantidades tan grandes. En el caso de que los niños de San Ildefonso canten, uno a uno, la combinación de números que tenemos en la mano y que nos caiga el Gordo, la euforia no nos dejará pensar.
Sorteo del Niño / Europa Press
Lo prioritario es localizar nuestro décimo y guardarlo a buen recaudo, sin dejarlo en el bolsillo trasero de los pantalones, arriesgándonos a lavarlo y caer en desgracia, o sobre la mesilla de noche o algún sitio en el que se nos podría robar o extraviar.
Por otro lado, pasados los momentos de emoción, es necesario tener cabeza fría para afrontar el premio. Y es que, aunque se suele pensar en qué hacer con todo el dinero, es también vital saber qué no hacer una vez somos ganadores de la lotería navideña.
Administrar el premio con cabeza fría
Según Loterías Juanito, la administración número 1 de Huelma, en Jaén, lo primero que debemos esquivar es una celebración por todo lo alto.
Y es que los amigos se multiplican cuando alguien gana la lotería e invitar a una gran fiesta a todos ellos puede salirnos muy caro, además de ser extremadamente vulnerables a posibles estafas y fraudes que nos llevan de la euforia al hoyo.
Otro de los puntos importantes es el trabajo que tengamos, que recomiendan no dejar. En lugar de actuar en caliente y llamar al jefe para despedirte, deja la decisión para unos días más tarde y estudia junto a un asesor de confianza si es una decisión inteligente o impulsiva y problemática.
Falsos amigos, estafas o inversiones insostenibles
Una vez hayamos cobrado el dinero, hay que evitar precipitarse en inversiones arriesgadas de más. Para ello es imprescindible armarse de calma antes de pensar en las opciones, así como contar con un gestor de calidad y con buen criterio. Los ceros a veces confunden y a lo mejor la inversión no es tan rentable como nos dicen los interesados en nuestra recién adquirida fortuna.
Imagen de archivo de dinero / Pixabay
Además, algunas de estas inversiones conllevan grandes gastos que se alargan en el tiempo, como los amarres de barcos, el mantenimiento de un cochazo o de una casa grande que hayamos comprado en pleno calentón navideño.
Por lo tanto, a menos que ya contemos con un colchón que nos permita afrontar el coste a largo plazo, es mejor evitar este tipo de compras de lujo.
Diversificar la inversión y recibir buenos consejos
Y en relación con esto, rematan sugiriendo no hacer un all-in y que se diversifique la inversión, es decir, que intentemos no dedicar todo el premio o su mayoría para liquidar una hipoteca o a realizar una única apuesta.
Por ejemplo, los expertos aconsejan poner una parte a plazo fijo en la entidad que ofrezca el rendimiento más interesante, otra en algún programa de ahorro y otro poco a tapar los agujeros a conveniencia.
En definitiva, la fórmula perfecta no existe y cada persona cuenta con unas circunstancias diferentes, pero los puntos en común son no precipitarse al tomar decisiones, rodearse de buenos consejeros y tener claro que el dinero de la lotería de Navidad no durará para siempre.