Un menor de 14 años de edad provocó daños en dos vehículos estacionados en la ciudad de Lugo con el coche de un familiar, lo que llevó a la Policía Local a instruir diligencias por un supuesto delito contra la seguridad vial.

Los hechos sucedieron durante la tarde del pasado 23 de abril, cuando una patrulla de Atestados de la Policía Local de Lugo se desplazó a la Rúa Río Parga a causa de un accidente de circulación. Allí, los agentes comprobaron que un adolescente de 14 años había accedido al vehículo de un familiar con la disculpa de recoger un objeto. Sin embargo, una vez dentro, lo puso en marcha y le sacó el freno de mano, de modo que el turismo impactó contra el vehículo que estaba estacionado delante.

Acto seguido, metió la marcha atrás, de modo que el vehículo colisionó también contra el coche que estaba estacionado detrás. Los agentes localizaron a los padres del chaval, quien, en compañía de su madre, se trasladó a dependencias policiales, donde se instruyen diligencias por un delito contra la seguridad vial.

No hubo heridos

En este incidente no hubo que lamentar daños personales. Por otra parte, una patrulla de la Policía de Barrio de la Policía Local interceptó a un vehículo que salió del Banco de Alimentos de Lugo y cuyo conductor "realizó una maniobra extraña".

Al darle el alto, los agentes comprobaron que el conductor no tenía carné, porque nunca se lo había sacado. También en este caso la Policía Local instruye diligencias por un supuesto delito contra la seguridad vial.

Un suceso similar en los Países Bajos

El pasado día 2 de mayo un niño de cuatro años cogió las llaves del coche de su madre aprovechando que estaba dormida y puso el vehículo en marcha. Este suceso tuvo lugar en la ciudad neerlandesa de Utrecht, en la que reside el chico con sus padres.

El coche hizo un movimiento brusco hacia adelante y hacia atrás cuando el pequeño puso las llaves, encendió el motor y presionó el embrague y el acelerador levemente. Justo después del impacto, el niño empezó a llorar y varios de los que pasaban por la calle alertaron a la policía local para que se hiciera cargo.

El menor fue llevado a comisaría, allí los agentes comprobaron que el coche que había usado el niño era de su madre y le avisaron de lo que había ocurrido para que fuera hasta allí a recoger al pequeño. Para que el chico se sintiera en un entorno seguro, los policías le dieron chocolate caliente y decidieron regalarle un oso de peluche.

La madre llegó muy preocupada hasta la comisaría y pidió disculpas por lo que había pasado. Los agentes de policía le dijeron que intentara estar más atenta y que, si podía, escondiera las llaves de su coche y del de su marido para evitar más problemas similares.