Hoy han resonado las palabras de Joan Francesc López Ortiz en la Audiencia de Barcelona. Era el día marcado en un calendario doloroso por la familia de Laia Alsina, la niña de 13 años violada y asesinada de la manera más cruel posible en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) la noche del 4 de junio 2018.

López Ortiz, de 46 años, es el acusado del crimen de Laia y hoy era su turno. A pesar del dolor que causan sus palabras, el jurado popular tenía que escucharlas.

El magistrado que preside al tribunal lo ha avisado desde primer momento: todo el mundo tiene derecho a defenderse. Incluso el asesino confeso, pero todavía presunto, de una niña de 13 años que tenía toda la vida por delante y que murió a golpes, con heridas de arma blanca y ahogada con una correa de perro. Se enfrenta a una posible condena de prisión permanente revisable, tal como pide la familia de la niña y también la Fiscalía.

El escalofriante relato del crimen

Su tesis de defensa pivota sobre su consumo de cocaína y de alcohol las horas previas al crimen, un hecho que asegura, le hizo perder el control. Hoy por hoy, sin embargo, todos los testigos niegan a su estado de ambriaguez o drogado.

De esta manera, quiere hacer creer al jurado popular que se asustó y que mató a la niña pensándose que era un ladrón. Según la acusación, la secuestró y cuando la niña bajaba de casa de sus abuelos para encontrarse con su padre, que la esperaba en la calle.

Joan Francesc López Ortiz - Crimen Vilanova / ACN

Joan Francesc López Ortiz entrante en el piso donde, presuntamente, asesinó a Laia Alsina / ACN

La hizo entrar en la fuerza en casa y allí, presuntamente, la mató. Fueron unos familiares de la niña quién accedieron a la fuerza en el piso y encontraron el cadáver de la pequeña escondida bajo un colchón. Las pruebas forenses detallaron cómo había muerto la pequeña y también que había sufrido una agresión sexual.

Se defendía de un "ladrón"

"Oigo ruidos, es terrorífico, yo no puedo controlar mi mente, me pasa por la cabeza ir a la cocina y coger dos cuchillos", ha relatado para explicar cómo asegura que reaccionó al verse en peligro.

"Allí no podía haber nadie, abro una puerta y encuentro una sombra", ha dicho, haciendo referencia al ladrón que asegura que él cree que atacó. "Me caen los cuchillos, tengo miedo, y es cuando cojo por el cuello a la persona", ha añadido. "Con todas las fuerzas me defendía, iba con todo lo que podía, y no puedo decir nada más", ha relatado el acusado.

Ha asegurado que intentó ir a la policía a confesar, pero no encontró el acceso y que escondió el nerviosismo porque "en las películas sale que si te pones nervioso es peor". El hombre también ha negado haber violado a la chica y también haber hecho búsquedas de contenido sexual con menores de edad, tal como habían detallado los peritos informáticos que examinaron sus ordenadores y terminales móviles.

Acusaciones y defensas afianzan las conclusiones iniciales

Durante la sesión de este martes, todas las partes han elevado a definitivas las conclusiones que presentaron al inicio del juicio. De esta manera, tanto la fiscalía como la acusación particular –ejercida por la familia de la menor- piden que se condene el acusado a prisión permanente revisable por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento en contexto de un delito contra la libertad sexual. También piden diez años más de prisión por agresión sexual a menor de 16 años.

Al mismo tiempo, las dos acusaciones coinciden en las indemnizaciones que el acusado tendría que pagar a la familia de la pequeña: 150.000 euros a cada uno de los padres, 50.000 euros al hermano, 25.000 euros a cada uno de los tres abuelos y 10.000 euros a las actuales parejas sentimentales de los padres.

La defensa, a su vez, considera que su cliente cometió un delito de homicidio imprudente, para el cual pide cuatro años de cárcel. Con todo, si el tribunal concluye que cometió un asesinato premeditado, pide aplicar eximentes o atenuantes por el consumo de droga y reparación del daño –el hombre ha puesto a disposición del tribunal su patrimonio para indemnizar a la familia- y que se lo condene a una pena máxima de 14 años de prisión. Con respecto a las indemnizaciones, comparte la petición hecha por las acusaciones.

Este martes estaba previsto que acusaciones y defensas expusieran sus informes definitivos, un trámite que daría casi por acabado el juicio, a la espera de que el juez entregue al tribunal popular el cuestionario que tendrán que utilizar para deliberar. Con todo, la extensión del interrogatorio al acusado ha llevado al presidente de la sala a posponer los informes hasta mañana el miércoles, de manera que el tribunal empezará a deliberar el veredicto a partir del jueves.