Adaia es una joven de 26 años que ha sido condenada a seis años de cárcel por arrancar la lengua de su ex de un mordisco en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Según explica ella misma, actuó "en defensa propia" y ha explicado con todo tipo de detalles su versión de los hechos.

Los hechos pasaron en Vilanova i la Geltrú

Los hechos pasaron en el 2016 en Vilanova i la Geltrú: se mudó en casa de su novio y, aunque la versión oficial es que conoció su pareja por internet, ella asegura que no es cierto y que, en realidad, era su profesor.

Si os defendéis del maltrato, podéis ir a la cárcel

Cinco años después de los hechos, ha salido la resolución judicial y la han declarado culpable de un delito grave de lesiones y, por este mismo motivo, lo han condenado a seis años de prisión. No existe la defensa propia en este país, si os maltratan, os quieren violar u os están maltratando; os defendéis y le dais un mal golpe, vais a la cárcel", comenta Adaia indignada.

También ha aprovechado la ocasión para explicar que está decepcionada con la justicia y remarca que actuó en defensa propia y que, durante casi tres años, estuvo sufriendo maltratos por parte de su pareja, a quien le arrancó la lengua.

Adaia asegura que él tiene la lengua entera

Aunque a la sentencia a la cual ha tenido acceso El Periódico se explica que no le pudieron reconstruir la lengua al hombre y que, desde entonces, no tiene sentido del gusto y que le cuesta pronunciar algunos fonemas, Adaia asegura que no es cierto: "Tiene la lengua entera y canta", explica enfadada.

Adaia López Esteve / ElCaso

Adaia, condenada a seis años de prisión por arrancar la lengua a su ex, asegura que lo hizo en defensa propia / ElCaso

"A él solo se le ha caído un año de cárcel y 102 euros de indemnización", dice la joven, que dice que ha sufrido maltrato por parte de la víctima durante muchos años.

Si os quieren matar, sed sumisas y aguantad el maltrato, que si le dais un mal golpe, iréis a prisión

"Si os quieren matar, sed sumisas y aguantad el maltrato, que si le dais un mal golpe iréis a la prisión. No os podéis defender. Id con el cuello cortado a denunciar", concluye el Adaia irónicamente.