El acusado de violar y tratar de asesinar en septiembre de 2019 en Fuerteventura a su novia, a quien grabó mientras la penetraba y cuando ella estaba inconsciente, y agredió gravemente al intentar estrangularla, ha dicho este miércoles al tribunal que fue "sexo duro consentido" que acabó en una discusión.

Agresión sexual tras discutir 

En la vista oral celebrada en la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas, las acusaciones pública y particular han elevado a definitivas sus peticiones de condena respecto del procesado, Alberson G.T.P., para quien piden una pena de 26 años de cárcel.

La mujer asegura que, pese a llevar meses tratando de poner fin de forma amistosa a la relación que mantenía desde hacía año y medio con Alberson, dado el "acoso" que éste ejercía sobre ella, la noche del 28 de septiembre de 2019 accedió a que salieran a tomar unas copas con su mejor amiga y jefa en la empresa de seguridad donde trabajaba.

Detenido / GatoDesing

Detenido / GatoDesing

A la víctima y a su amiga les llamó la atención la insistencia con que Alberson les animaba a beber chupitos de aguardiente en el primer bar donde estuvieron, una actitud que prosiguió cuando fueron a bailar a la discoteca "Mamarumba" de Puerto del Rosario.

Fue allí donde se desató una discusión entre el procesado y la víctima. Supuestamente fue a raíz de que esta fuera a dar el pésame por la muerte de su abuela al novio de la expareja del procesado, quien le recriminó que le "incomodara" de esa forma y abandonó enfadado el local, relata Efe. 

La víctima se quedó en la discoteca con su amiga y jefa, quien, media hora después, la acompañó primero al domicilio del padre de sus hijos, donde nadie le abrió la puerta, y, posteriormente, al dúplex que compartía con Alberson.

El procesado la estaba esperando en la puerta y, tras dejarla entrar, le cogió de los pelos para empujarla escaleras arriba hasta el dormitorio. Fue en esa habitación donde, según asegura la mujer y confirman cinco vídeos realizados por el procesado con su teléfono móvil, fue agredida sexualmente pese a que se había negado a tener relaciones con él.

Vídeos de las agresiones sexuales

En los tres primeros vídeos que se han exhibido en la vista oral se ve a Alberson en la cama penetrando y vejando a la víctima mientras esta está inconsciente. El procesado ha explicado que la mujer se había quedado dormida tras consentir una relación sexual debido a todo lo que había bebido. En los dos últimos vídeos, grabados 13 minutos después de los primeros, la denunciante aparece acostada boca arriba y llena de golpes en la cara, con un ojo completamente cerrado y negro y con mordidas en los brazos.

La mujer asegura que durante la agresión pudo reunir fuerzas y zafarse de la almohada con la que Alberson trataba de asfixiarla.

La mujer huyó y pudo accionar el botón del pánico instalado en la habitación. Un impulso que, según ha dicho al tribunal entre lágrimas, le salvó la vida porque si la policía no llega a acudir pronto a la casa su novio "le habría matado". De ahí que, agradecida, no dudara en abrazar y besar las botas de uno de los agentes personados en la vivienda, tal y como ha relatado este miércoles el propio funcionario.

26 años de cárcel y 30.000 euros

La defensa de Alberson G.T.P. sostiene que la declaración de la víctima y los vídeos realizados por el procesado no se pueden considerar prueba de cargo suficiente como para destruir la presunción de inocencia de su patrocinado, ya que no acreditan la comisión de los delitos que las acusaciones dan por consumados.

Para argumentar su petición de libre absolución o, en su caso, de que se le condene a la pena mínima por un delito de lesiones y su oposición a que se le mantenga en prisión, como han pedido las acusaciones alegando el riesgo que su puesta en libertad supondría para la víctima y la posibilidad de que el procesado se fugue a Colombia, su país de origen, su defensa ha hecho hincapié en las incoherencias en las que cree que ha incurrido la mujer, que tiene dos hijos de una relación anterior, y en el "resentimiento y necesidad de venganza" que, a su juicio, tiene respecto de su patrocinado.

Las acusaciones pública y particular piden una pena de 26 años para el procesado (12 por una agresión sexual con penetración y 14 años y once meses por una tentativa de asesinato). Además, la acusación particular pide que el procesado indemnice a la víctima con de 29.915 euros por los daños físicos y morales que entiende que le ha causado, y que hoy perduran.