La película Love Story, estrenada en 1970 y protagonizada por Ryan O'Neal y Ali MacGraw fue todo un fenómeno de masas. Una de las tramas más románticas del cine, protagonizada por Oliver y Jenny, dos jóvenes que luchan contra viento y marea por su relación y que tiene un trágico final, consiguió recaudar más de 106 millones de dólares

Los actores de 'Love Story', de los Oscar a la desgracia

Los actores principales fueron nominados al Oscar al mejor actor y actriz, y O'Neal lo fue también en los Globos de Oro. Pero a partir del éxito, el declive fue estrepitoso.

Por una parte, Ryan O'Neal, uno de los grandes galanes del cine, sufrió dos matrimonios fallidos, con Joanna Moore y Leigh Taylor Young. Pero el tiro de gracia fue la muerte de su última mujer, la reconocida Farrah Fawcet, una de los Ángeles de Charlie.

Ryan O'Neal y Farrah Fawcet / Archivo

Ryan O'Neal y Farrah Fawcet / Archivo

En el funeral de la actriz ya protagonizó un gran escándalo cuando intentó ligar con una joven rubia, que resultó ser su hija Tatum, que tenía un aspecto físico totalmente cambiado debido a sus adicciones.

La joven actriz ya había protagonizado una película con su padre, Luna de papel, y había sido el primer gran amor de Michael Jackson.

Drogas, adicciones y violencia

También en el velatorio de Fawcet apareció Redmond, el otro hijo del matrimonio, a quien le concedieron un permiso en la cárcel, de donde entraba y salía por delitos de robo y drogas.

De hecho, un año antes de la muerte de su madre, había sido detenido junto a su padre por presunta posesión de narcóticos.

Tras más de una decena de ingresos en centros de desintoxicación, hace tres años fue arrestado por intento de asesinato, amenazas criminales y agresión con arma mortal. Se enfrentaba a una pena de 20 años, aunque a finales de 2019 fue derivado en una institución mental.

Y para rematar, el otro hijo de Ryan, Griffin fue también víctima de las drogas. En 1986 protagonizó un terrible escándalo cuando maniobró mal con una lancha que conducía y su amigo Gian Carlo Coppola, hijo del famoso director Francis Ford Coppola, murió decapitado. Pese a ser acusado en un principio de homicidio, finalmente fue condenado por conducción negligente. 

En relación a su padre también causó revuelo cuando lo calificó de "narcisista psicópata" confesando que O'Neal había llegado a apuntarle con un arma.

Fugas románticas con estrellas y tragedia

El caso de Ali MacGraw también está envuelto en la tragedia.

Durante el rodaje de Love Story, se casó con el productor de la película, Robert Evans, que por aquel entonces era uno de los hombres más poderosos de la industria que trabajaba en los estudios Paramount.

Pero poco después, en otro rodaje, de la película La Huida, estrenada en 1972, se enamoró del seductor Steve MacQueen.

Ali MacGraw / Archivo

Ali MacGraw / Archivo

Su marido, Evans, inmerso en la producción de El Padrino, no vio venir el final de su matrimonio, del que había nacido Josh Evans, que tan solo tenía un año cuando su madre se fugó y se casó con MacQueen.

El romance duró hasta 1978, cuando Ali tuvo que volver a huir, cansada de los celos, las obsesiones y la adicción al alcohol, la cocaína y la marihuana de la estrella.

Los desastres personales y la escasez de papeles de cine para ella la abocaron a una espiral de autodestrucción que la hundió en una fuerte depresión y una gran adicción al alcohol y a los hombres -como Frank Sinatra o Cary Grant.

Finalmente, se rehabilitó en la clínica Betty Ford y volvió al ruedo en los 80 con la serie Dinastía.

Hasta los 90, cuando la tragedia se volvió a cernir sobre ella, cuando en 1994 se incendió su mansión de Malibú, con la que perdió todo. Tras la desgracia se mudó a Nuevo México, donde sobrevive gracias al equilibrio que le ha dado el yoga.